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Durante los últimos años, muchas personas postergaron o interrumpieron sus vacunas. Algunas por falta de tiempo, otras por dudas o porque la información pudo haberles resultado confusa.
Pero lo cierto es que vacunarse sigue siendo una de las formas más simples y seguras de protegernos. Gracias a las vacunas, nuestro país logró eliminar enfermedades graves como el sarampión y la poliomielitis. Pero hay que estar atentos, sin vacunación, esas enfermedades pueden volver. Y es lo que está pasando en otros países de la región.
Hoy, en Argentina se registran alertas por nuevos casos de sarampión y un aumento sostenido de coqueluche (tos convulsa). Son señales claras de que, si las coberturas de vacunación no aumentan, las enfermedades prevenibles pueden reaparecer.
Te explicamos por qué la vacunación es un acto esencial de salud individual y comunitaria, cómo funcionan y lo que tenés que saber sobre las alertas vigentes.
🔬 ¿Cómo funcionan las vacunas?
La vacunación es como tener un “entrenador personal” para nuestro sistema inmunitario: lo prepara, lo fortalece y le enseña cómo responder y defenderse, sin que tenga que exponerse a un riesgo real para aprender a hacerlo.
Podemos imaginar que la vacuna es el entrenador personal que guía y supervisa el “entrenamiento” del sistema inmune; el antígeno es la rutina de ejercicios que representa un desafío controlado; los linfocitos B y T son los músculos que aprenden y se fortalecen; y la respuesta inmune secundaria es como la condición física ganada que permite reaccionar con rapidez y eficacia cuando aparece el virus real.
En la práctica, una vacuna introduce componentes seguros –virus o bacterias inactivados, atenuados o fragmentos- de forma que el cuerpo los pueda “reconocer” pero sin producir la enfermedad. Así, cuando el patógeno real aparece, el sistema inmunitario ya sabe cómo actuar.
- Entrenamiento: al recibir la vacuna, el cuerpo detecta esta versión inofensiva de la amenaza.
- Creación de soldados: el sistema inmune se activa, aprende a reconocer al invasor y crea anticuerpos.
- Memoria inmune: el cuerpo memoriza esta amenaza. Si en el futuro entra en contacto con el virus real, ya sabe cómo combatirlo y lo destruye sin que la persona se enferme gravemente.
📉 El riesgo actual: cobertura de vacunación en caída.
Alertas por sarampión y coqueluche
Para detener la propagación de virus, se necesita alcanzar una cobertura del 95% de la población (inmunidad colectiva). Hoy, según datos del Observatorio de la Infancia y Adolescencia del Ministerio de Salud y de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), ese objetivo no se está cumpliendo.
Con una cobertura tan baja, se pone en riesgo la protección comunitaria y esto facilita la reemergencia de enfermedades eliminadas (como sarampión y poliomielitis).
A continuación, podés informarte sobre las alertas actuales:
- Alerta sarampión: ¿tenés las vacunas al día?
- Alerta coqueluche: reforzá la protección contra la tos convulsa
🛡️ ¿Por qué tu vacuna también protege a otros?
Cuando la mayoría está vacunada, el virus no encuentra por dónde circular. A eso se le llama “inmunidad colectiva”, “de grupo” o “de rebaño” y es lo que protege a las personas que no son inmunes a una enfermedad, como, por ejemplo, los bebés que aún no han sido vacunados, las embarazadas y las personas inmunodeprimidas, o personas que, habiéndose vacunado, no fabricaron suficiente cantidad de anticuerpos.
Tu vacuna no solo te protege a vos, protege a quienes te rodean. Por eso vacunarte es, también, un gesto de cuidado hacia los demás. Cuando la mayoría de la población está vacunada, se crea una barrera que impide que el virus llegue a los más vulnerables. En cambio, si la cobertura cae por debajo del 95%, el escudo se rompe, y un solo caso podría generar un brote. Por eso, cada vacuna cuenta.
❓ Respondemos tus dudas sobre la vacunación
- ¿Si los chicos están sanos, igual necesitan vacunarse? Sí, las enfermedades prevenibles pueden ser graves aún en niños sanos. La vacunación evita complicaciones y hospitalizaciones.
- ¿Qué enfermedades previenen las vacunas del calendario? Las vacunas de calendario son más de 20 y previenen: difteria, fiebre amarilla, hepatitis, rubéola, sarampión, VPH, neumococo e Influenza (gripe), entre otras.
- ¿Los adultos deben vacunarse? Sí. Algunas vacunas de la infancia pierden eficacia. Los adultos necesitan refuerzo contra difteria y tétanos cada 10 años. Cada etapa de la vida tiene su calendario.
- ¿Es seguro vacunarse durante el embarazo? Sí, Algunas vacunas protegen al bebé desde el embarazo, como la de tos convulsa, por ejemplo).
- ¿Qué pasa si me demoro en vacunar? Podés completar el esquema en cualquier momento. No hay que empezar de cero, solo retomar. Cuanto antes, mejor.
El cuidado de todos empieza por cada uno. Consultá el Calendario Nacional de Vacunación (CNV), verificá el estado de tu libreta (y la de tus hijos), y pedí turno en tu médico.