“¿Qué comemos hoy?” es una pregunta de todos los días. Y la verdad es que lo que ponemos en el plato es clave para sentirnos con energía y prevenir enfermedades. No hay una fórmula mágica ni dietas universales: cada persona tiene necesidades diferentes. Pero sí existen algunas reglas de oro que te pueden ayudar a elegir mejor qué comer y a disfrutar de una alimentación equilibrada.
Una forma sencilla de lograr un plato completo y nutritivo es imaginar tu plato como un círculo y dividirlo en tres partes:
Un desayuno completo, que incluya proteínas, lácteos, frutas y cereales, es fundamental para empezar el día con energía. Se recomienda elegir lácteos descremados y cereales integrales, que por su fibra ayudan a controlar el apetito y el tránsito intestinal.
Algunas propuestas de desayunos o meriendas saludables son:
Las colaciones son importantes para evitar el "picoteo" entre comidas, regular la ansiedad y ayudarte a mantener la saciedad. Es recomendable hacer una a media mañana y otra a media tarde. Lo ideal es que sean simples, nutritivas y bajas en azúcares agregados.
Algunos ejemplos son: una fruta más un yogurt natural, un puñado de frutos secos, o un yogurt natural con cereales.
Recordá, la clave es encontrar un equilibrio. Cada cuerpo es distinto y cada plato es una oportunidad para ganar energía, salud y bienestar. Para un plan a medida, consultá a un nutricionista, es la persona indicada para guiarte en el cambio que necesites hacer.
*Todas las recomendaciones que contiene este texto están basadas en las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación y destinadas en general a población sana mayor de dos años de edad.