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Kira, una perrita Australian Labradoodle, es la compañera inseparable de la psicóloga Carolina Micha, Coordinadora del Servicio de Psicología Pediátrica de Swiss Medical (M.N. 27874). Kira ha demostrado el impacto positivo en los pacientes internados en el Sanatorio Los Arcos y Clínica Zabala. Descubrí cómo deja una huella en la vida de cada uno de ellos. 🐾
🐶Alegría en cada rincón de Pediatría
Kira no solo trae alegría con su llegada, sino que también juega un papel crucial en el proceso de curación de los pacientes. Carolina nos cuenta en detalle: "El objetivo de la dupla Kira-terapeuta es que el paciente viva su internación no como un cuerpo a tratar, sino como un niño o adolescente que se integra, ríe, juega y, a la vez, se está curando", y añade emocionada “Kira cambia mágicamente el ambiente en el Sanatorio, tanto para los pacientes y sus familias como para el equipo de salud. En cuanto pone una patita en Pediatría, solo se ven sonrisas”.
Además de mejorar la adhesión al tratamiento, Kira facilita la expresión emocional y reduce la ansiedad en los pacientes, transformando la experiencia de la internación en algo más humano y menos traumático. “Uno de los objetivos más importantes es mejorar la adhesión al tratamiento, lo que incluye la aceptación de intervenciones y medicación, movilizaciones postquirúrgicas y la reducción del tiempo de internación”, explica Carolina y que “no es solo un perro que visita pacientes, es un vector de abordaje clínico y psicológico”, señaló.
💞Emociones que no se pueden describir
Cada visita de Kira es un momento especial y cuidadosamente gestionado. “El equipo de Infectología y los médicos de planta evalúan qué pacientes están en condiciones de recibir la asistencia. Kira espera sentada en la puerta de cada habitación, mientras se consulta al paciente si desea la visita. Una vez que obtenemos su consentimiento, ingresamos", explica Carolina. La reacción siempre es conmovedora: "Los padres, principales referentes del niño, se emocionan, y el paciente se incorpora en su cama para abrazar a Kira. A través de caricias y juegos, se cumplen los objetivos clínico-terapéuticos preestablecidos para las necesidades específicas de cada paciente” y agrega "La emoción que se vive es indescriptible, superando nuestras expectativas".
🥰Kira: una vida con propósito
Carolina nos cuenta que fuera de los sanatorios, Kira lleva una vida normal rodeada del amor de su familia. Disfruta de paseos, baños y visitas regulares al veterinario para cuidar de su propia salud.
Ahora bien, cuando Kira llega a los sanatorios y se pone su chaleco de perro terapia, sabe que es momento de convertirse en una perrita de terapia. "Saluda a los enfermeros y, en la sala de médicos, recibimos el pase médico de cada paciente para evaluar el abordaje adecuado. Programamos la lista de pacientes a visitar e iniciamos su recorrido", detalla Carolina.
🐾 Dejando huellas imborrables
Carolina concluye con una tierna historia: "Recuerdo a una paciente oncológica que era muy reticente a las intervenciones. Sin embargo, desde la visita de Kira, todo cambió. La paciente esperaba con entusiasmo a Kira, con un set de gomitas para peinar, un cepillo y juguetes. Desde ese momento, la adhesión al tratamiento dio un giro radical y este impactó de manera directa en su recuperación".