¿Sos de los que no les asusta el frío? Sabés que el entrenamiento invernal tiene sus desafíos. Pero no te preocupes, ¡tenemos los mejores consejos para que sigas rindiendo al máximo y disfrutes cada kilómetro! 💪
¿Por qué seguir entrenando en invierno?
Porque en los meses fríos, el ejercicio sigue siendo tu mejor aliado para:
- Fortalecer defensas contra resfríos y virus.
- Mantener el peso y el estado de ánimo estable.
- Cuidar músculos, huesos y articulaciones.
- Combatir la ansiedad y la depresión invernal.
- Reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Antes que nada, chequeá tu estado de salud ♥️
Consultá a tu médico si tenés alguna condición cardíaca, respiratoria o articular previa SIEMPRE antes de entrenar.
Revisá el pronóstico ¿Cuándo es mejor entrenar afuera y cuándo no? ☀️
- Elegí las horas más cálidas del día: entre las 11 y las 16 h.
- Escuchá tu cuerpo: si hay mucho viento, hielo o estás muy cansado, también es válido moverte dentro de tu casa.
- No es lo mismo un día fresco que uno con viento helado. Evitá entrenar al aire libre si hay temperaturas bajo cero extremas, hielo o tenés síntomas de resfrío.
Ropa: el secreto de las capas 🧣🧤
Correr en invierno no se trata de usar la campera más abultada, ¡sino de ser estratégico con la ropa! Pensá en el sistema de capas:
- Primera capa (la que toca tu piel): elegí materiales sintéticos (como polipropileno). ¿Por qué? Porque absorben el sudor y lo alejan de tu cuerpo, manteniéndote seco y evitando esa sensación de humedad helada. Evitá el algodón, ya que permanece húmedo en contacto con la piel.
- Segunda capa (aislante): una prenda de polar liviano o abrigo térmico es ideal. Esta capa atrapa el aire caliente cerca de tu cuerpo.
- Tercera capa (protección externa): una campera o rompevientos impermeable es tu mejor aliada. Te protege de la lluvia y el viento, manteniéndote seco por fuera.
Además, no olvides proteger tus extremidades: gorro, guantes y medias térmicas son esenciales cuando bajan las temperaturas, ya que son las partes del cuerpo que más rápido se enfrían.
Para correr con tranquilidad y evitar riesgos, hacete visible con ropa reflectante y elegí zapatillas con buena tracción para un piso firme.
Antes de salir: prepará tu cuerpo y evitá lesiones 🦵🏻
- Calentá bien antes de empezar: el frío hace que tus músculos estén más rígidos.
- Dedicale 5-10 minutos a moverte suavemente: marchar en el lugar, giros de brazos, movimientos articulares. Así activás la circulación y prevenís lesiones.
Hidratación y protección extra: pequeños gestos, gran diferencia 💧
- Tomá agua antes, durante y después de tus entrenamientos. No esperes a tener sed; el frío puede disfrazar la sensación de deshidratación.
- Protegé tu piel: El invierno puede secar la piel y agrietar los labios, sobre todo si entrenás al aire libre con viento o temperaturas bajas. Usá protector solar y bálsamo labial.
- Alimentación estratégica: Consumí comidas con buenas fuentes de energía y proteínas. Optá por frutas, legumbres, cereales integrales, huevo, pescado y lácteos.
El invierno no es un enemigo de tu entrenamiento: es una oportunidad para fortalecer cuerpo y mente. Con ropa adecuada y buena planificación, podés seguir en movimiento sin perder los beneficios del ejercicio.