Una reciente investigación hecha entre estudiantes de escuelas secundarias reveló una conexión entre el consumo intensivo de contenidos de redes sociales a través de celulares y la aparición de la anhedonia.
Los expertos la definen como la incapacidad para experimentar placer y la pérdida de interés o satisfacción en la realización de actividades sociales y vinculares con amigos y pares.
Entre las hipótesis que los expertos arriesgan para explicar esta situación resalta la siguiente: la cantidad de tiempo que los adolescentes utilizan en redes sociales está modificando su forma de vincularse. Y hoy las mayores gratificaciones las encuentran en el “like” a una foto en Instagram o en ser parte de un grupo de Whatsapp. Y esa situación, en forma exacerbada, puede provocar una mayor dificultad para sentir emociones o placer.
Para abordar esta situación los educadores proponen intervenciones concretas: básicamente una reducción controlada, y voluntaria, del uso del Smartphone. También proponen que los chicos puedan diversificar sus opciones de entretenimiento, especialmente fomentando la actividad deportiva, el acceso a la música y estimulando la interacción real con pares y amigos.
Finalmente, también destacan la importancia de informar sobre los riesgos del uso excesivo del celular ya desde la escuela primaria. Esto se puede hacer promoviendo debates orientados en las clases y espacios de discusión que den pistas sobre cómo lograr un uso racional de los dispositivos y los riesgos que puede aparejar su consumo excesivo.