Es una patología que genera una inflamación crónica de los bronquios (los conductos que llevan el aire al pulmón) y una estrechez de los mismos. Esa inflamación provoca falta de aire, dolor u opresión en el pecho, tos persistente y silbidos al respirar lo cual puede limitar algunas actividades diarias 📅.
La causa del asma aún se desconoce. Pero sí se sabe que, además de la predisposición genética, influyen también el estrés emocional, la temprana exposición a alérgenos🤧 (caspa o pelaje de mascotas, ácaros del polvo, moho, polen), humos (de tabaco o leña), la contaminación ambiental y ciertas infecciones respiratorias
En Argentina aproximadamente 4 millones de personas son asmáticas (según Encuesta de Prevalencia de Asma de 2015). Y a pesar de contar con tratamientos adecuados todavía mueren por asma 400 personas al año. A pesar de que es una enfermedad conocida y frecuente, persiste a nivel mundial cierta falta de información y educación.
Por otra parte, sus episodios generan mucho ausentismo escolar en los chicos y pérdida de productividad laboral en los mayores. Según datos de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) alrededor de 1 de cada 3 pacientes de asma no logran controlar adecuadamente esta situación y experimenta síntomas o crisis 😰.
Si, se puede controlar en más del 90% de los casos tras un diagnóstico y tratamiento adecuado. Las opciones para manejar el asma varían en función de la gravedad de la enfermedad. El médico 👩⚕️ puede recetar inhaladores con corticosteroides o broncodilatadores, entre otras opciones. El objetivo es que la persona se sienta bien, sin síntomas ni tenga limitaciones en sus actividades cotidianas.